9 de junio de 2009

¿Otro cigarrito?


Algunas empresas no sólo se dedican, hoy en día, a ofrecer un producto determinado. Pensemos por ejemplo en las aseguradoras. Básicamente podríamos decir que el negocio de las aseguradoras funciona del siguiente modo: te ofrezco que, en caso de que necesites ayuda algún día, especialmente ayuda financiera, yo te garantizo los recursos necesarios, previamente establecidos, siempre y cuando accedas a pagar, periódicamente, una cuota que cubra los posibles gastos -más un deducible en caso de que en verdad necesites la ayuda por supuesto-. Es, a mi parecer, algo similar a un fondo de ahorro que sólo puedes usar para condiciones determinadas. La aseguradora, a su vez, eleva o disminuye el costo de las cuotas dependiendo de las probabilidades que tengas de realmente necesitar la ayuda. Por ejemplo, si quieres contratar un seguro de vida y eres una persona joven, saludable y de buenos hábitos tus cuotas serán menores a si eres una persona de edad avanzada, con serios problemas de salud y malos hábitos.

Este es un punto interesante y de gran importancia: si eres un fumador, que consuma grandes cantidades de tabaco al día, la aseguradora te cobrará una tarifa mucho mayor en tus aportaciones. ¿Por qué es interesante y de gran importancia este punto si parece puro sentido común?, después de todo, fumar causa graves daños a la salud. Sin embargo, lo interesante es que hoy me crucé con una nota del Times en donde se explica cómo algunas aseguradoras dedicadas a la salud tienen contempladas, dentro de su portafolio de inversiones, algunas empresas tabacaleras.

Es por esto que mencionaba que hay empresas que no sólo se dedican a ofrecer un producto determinado. Como entidades financieras que son, las empresas aseguradoras también ven en la compra de acciones un medio eficaz para generar riqueza para sus accionistas. No tiene nada de malo, en primera instancia, pensar que una empresa invierta parte de su capital en la bolsa, es un buen modo de generar riqueza enriqueciendo a otros después de todo, sin embargo parece, de modo intuitivo, muy malo que una aseguradora, que valúa tu salud y las probabilidades de que te enfermes, compre acciones de uno de los productos responsables por más muertes en el planeta. ¿Tienen derecho las aseguradoras a utilizar sus fondos de inversión en empresas que generan daños?

Parece que, de algún modo, entran en un círculo productivo perfecto. Al comprar acciones de las tabacaleras impulsan dicho mercado, esto supondrá que un mayor número de personas gozarán de mala salud y requerirán un seguro médico para poder costear su tratamiento pero, para poder contratar un seguro, tendrán que contratar el servicio a un precio mucho mayor. Las aseguradoras ganan al vender un producto que enferma y ganan al vender la cura a dicho producto.

En muchos negocios pasa algo similar, por poner un ejemplo un tanto absurdo podríamos decir que Disney crea un personaje de caricatura que impulsa la afición en los niños, después el mismo Disney fabrica el juguete de dicho personaje y lo vende. Cuál es la diferencia entre Disney y estas aseguradoras: presumiblemente podemos decir que Disney no hace daño por un lado, y por otro es posible afirmar que las aseguradoras tienen un compromiso, explícito a veces y tácito algunas otras, de cuidar el bienestar de sus clientes y, claramente, invertir en empresas tabacaleras no parece ser el modo correcto.